Ophuls, Max

Nombre Max Ophuls
Actividad Director
Lugar de nacimiento St. Johann, Saarbrücken, Saarland, Germany
Fecha de Nacimiento 6 de marzo de 1902
Lugar de fallecimiento Hamburgo Alemania
Fecha de fallecimiento 25 de marzo de 1957
Filmografia
  • Dann schon lieber Lebertran (1931, corto).
  • La empresa enamorada (Die verliebte Firma, 1931).
  • La novia vendida (Die verkaufte Braut, 1932).
  • Los alegres herederos (Die lachenden Erben, 1932).
  • Amoríos (Liebelei, 1933).
  • Une histoire d’amour (1933), su Liebelei ya en Francia.
  • Han robado a un hombre (On a volé un homme, 1933).
  • La mujer de todos (La signora di tutti, 1934), protagonizado por Isa Miranda y rodada en Italia.
  • Los traficantes de opio (Divine, 1935; literalmente, Divina).
  • La comedia del dinero (Komedie om geld, 1936), rodada en Holanda.
  • Ave María (Ave Maria, 1936), cortometraje sobre la pieza musical de Schubert.
  • La tierna enemiga (La tendre ennemie, 1936).
  • Vals brillante de Chopin (1936), corto sobre la pieza musical de Chopin.
  • Yoshiwara (1937).
  • Werther (Le roman de Werther, 1938) basada en Las desventuras del joven Werther de Goethe.
  • Suprema decisión (Sans lendemain, 1939) protagonizado por Edwige Feuillère.
  • La escuela de las mujeres (L’école des femmes, 1940), basada en la obra teatral de Molière.
  • De Mayerling a Sarajevo (De Mayerling à Sarajevo, 1940) protagonizado por Edwige Feuillère.
  • La conquista de un reino (The Exile, 1947) protagonizado por Douglas Fairbanks Jr., en USA.
  • Carta de una desconocida (Letter from an Unknown Woman, 1948) protagonizado por Joan FontaineLouis Jourdan.
  • Atrapados (Caught, 1949), sobre la novela de Libbie Block, protagonizado por Barbara Bel Geddes, Robert Ryan y James Mason.
  • Almas desnudas (The Reckless Moment, 1949), basada en Stefan Zweig y protagonizado por James MasonJoan Bennett.
  • La Ronda (La Ronde, 1950) protagonizado por Anton WalbrookSimone Signoret y Gérard Philipe, de nuevo en Francia, hasta su final.
  • El placer (Le Plaisir, 1952) protagonizado por Danielle Darrieux y Jean Gabin.
  • Madame de… (Madame de… , 1953) protagonizado por Charles BoyerDanielle DarrieuxVittorio De Sica.
  • Lola Montes (Lola Montès, 1955) protagonizado por Martine CarolPeter UstinovAnton Walbrook.

Tomado de wikipedia

Max Ophüls, nombre artístico de Max Oppenheimer (SarrebruckAlemania6 de mayo de 1902 – HamburgoAlemania25 de marzo de 1957), fue un director cinematográfico que trabajó en Alemania (1931–1933), Francia (1933–1940), Estados Unidos (1947–1950) y de nuevo en Francia (1950–1957), donde se encuentran sus restos. A veces, Ophüls aparece escrito sin diéresis —Ophuls (o incluso Opuls)—,1​ en revistas, libros y en créditos de películas no germánicos.

Trayectoria

Ophüls nació en Sarrebruck (en el Sarre, territorio alemán que, entre 1920 y 1935 fue administrado por Francia y Reino Unido y la Sociedad de Naciones), en el seno de una familia que era dueña de una empresa de confección y de una cadena de tiendas en Alemania.

Sus padres, Leopold y Helen Oppenheimer, que eran alemanes y habían vivido siempre en Alemania, eran judíos. Max eligió su nuevo nombre artístico teatral para no perturbar las empresas familiares. Cuando trabajaba en Francia y los Estados Unidos, su apellido apareció a menudo como Ophuls (acaso para romanizarlo). Incluso aparece en los antiguos créditos de Letter from an Unknown Woman (1948) como Max Opuls. Hoy se tiende a poner su verdadero apellido, Ophüls.

Dramaturgo

Empezó su carrera como actor teatral en 1919-1923 en Aquisgrán y trabajó en 1924 en Dortmund. Dos años después, Ophüls era ya director de creación en el famoso Burgtheater de Viena, dejando producidas más de doscientas obras, entre ellas El hombre amado por las mujeres, de Bernard Shaw, así como de Gogol, Büchner o su admirado Arthur Schnitzler, que al final de su vida recuperaría. En 1927 era primer director en Viena.

Trabajó por toda Alemania. Entre 1928-1929 dirigió en Breslau (con piezas de Shakespeare, Molière, Kleist). Nombrado director principal en Fráncfort, Ophüls lograría un gran éxito con sus montajes; de hecho, pasó a dirigir teatro, desde 1930, en Berlín, en el Teatro Lessing y en el Barnowski.2

En 1926 se casó con la actriz Hilde Wall (1894-1980). Con ella vivió siempre. Su hijo Marcel, nacido en Fráncfort, fue muy conocido en el mundo del cine, no sólo como cineasta, y asimismo fue fiel guardador de la memoria de su padre.

Cineasta alemán

Pero ya en 1929, Ophüls había empezado su carrera cinematográfica, como director de guiones bajo las órdenes de la Universum Film AG (la UFA) en Berlín y como ayudante de Lidwak.3​Y en 1931 dirigió su primer trabajo, un cortometraje cómico llamado Dann schon lieber Lebertran, y a continuación su película La compañía enamorada (1932), donde crea un film dentro de un film y, por ende, un juego dentro de un juego entre emoción e ilusión, lo cual será muy propio de su modo de hacer, a partir de las emociones de un grupo de un equipo de cine.4

En 1932 rodó La novia vendida, que se basaba en la ópera cómica de Smetana, así como Los alegres herederos, por lo que progresivamente fue dejando el teatro.

Su trabajo más aclamado en esa época resultó ser Amoríos (Liebelei) (1933), que adaptaba el texto homónimo de Arthur Schnitzler y se desarrolla en una Viena reconstruida a su modo ensoñador en los estudios de Berlín.5​ Ahí aparecían los elementos más característicos de su obra: decorados elegantes y complejos, crueldad, violencia masculina, descripción de los claroscuros de la psicología femenina, duelo entre un joven y un hombre anciano, entrecruce del amor con la muerte, ambigüedad moral.

Nacionalizado francés

Con la ascensión al poder de los nazis, después del incendio del Reichstag en 1933, Ophüls se exilió a Francia. Tras su huida de su país de origen, un desconocido lo invitó en París al pase de Liebelei. A continuación, volvió a rodar Amoríos en francés, con el título Une histoire d’amour (1933) con gran éxito; solo utilizó algunos actores nuevos; los demás fueron doblados. Todo, en doce días.6

A continuación hizo Han robado a un hombre (On a volé un homme, 1933). Se nacionalizó francés en 1938 y allí fue donde rodaría hasta su exilio americano, y a donde regresaría al final de su vida; aunque también, dado su prestigio, rodó en Italia unos meses La signora di tutti (1934), donde descubrió a Isa Miranda en un oscuro drama de celos, con grandes pasiones y excelente fotografía, e hizo otra en Holanda, en 1936.7

En Francia, además de los cortos Ave Maria, de Schubert y Vals brillante de Chopin, rodó varios filmes brillantes cuyo objeto es la mujer en situaciones extremas. En Traficantes de opio (Divine, 1935) se apoyó en un relato de Colette. Su excelente La tierna enemiga (1936) cuestionaba la felicidad conyugal a través de una comedia fantástica en la cual los fantasmas de tres hombres se superponen durante el enlace de la hija de la protagonista; la novela es de André-Paul Antoine, y Ophüls hizo el guion con Curt Alexander. También rodó Yoshiwara (1937), en el barrio alegre de Tokio de ese nombre, basado en una novela de Maurice Dekobra; trataba dos amores en Tokio, en 1860, uno de ellos venal (el de una princesa japonesa que tuvo que degradarse), todo ello con un fondo de espionaje. Dos actrices eran japonesas.

Además, llevó a cabo una adaptación muy ceñida y convincente del Werther de Goethe, con el fondo de una Alemania perdida a manos criminales, trasunto de su experiencia inmediata.8​Además, hizo otras dispares, como la trágica y bella Suprema decisión (Sans lendemain, 1939); literalmente, Sin mañana, sobre la vida desgraciada de una mujer, Évelyne, y las mentiras amorosas que se ve obligada a contar al reeencontrarse con su antigua pasión, que la impulsan a desaparecer.

Reconstruyó, por último, la crisis imperial con De Mayerling a Sarajevo, sobre un texto de Carl Zuckmayer; es una tragedia rodada en un año crítico para Europa, 1940, donde recuerda cómo el archiduque Francisco-Fernando, heredero de la corona Austria-Hungría, se enamoró de la condesa Sophie Chotek desafiando al emperador; su historia de amor concluía con el atentado de Sarajevo.

Después de la caída de su nuevo y cercano país francés en manos de Alemania, Ophüls se trasladó a Suiza (con una inconclusa La escuela de las mujeres, a partir de la obra de teatro de Molière) y luego a Italia.

Exilio americano

Finalmente llegó a los Estados Unidos a finales en 1941, aunque estuvo aislado bastante tiempo. La familia vivió gracias a una ayuda de solidaridad (The United Jewissh War Relief) en la que participaron W. Wyler, F. Lang, B. Wilder y R. Siodmack (fiel amigo que lo apoyó siempre), entre otros.

No tendría trabajo en Hollywood hasta 1946, cuando empezó a rodar Vendetta, basada en Merimée, pero se la quitaron de las manos y no la cofirmó.

En ese años acabó la redacción de sus Recuerdos, que luego serían completados por su mujer y anotados por su hijo. Es una obra maestra, por sus datos, su equilibrio, su sentido del humor y de la amistad.

Afortunadamente, fue rescatado en América por un admirador de sus trabajos, Preston Sturges, al que agradece en sus memorias. También el actor Douglas Fairbanks Jr. lo eligió para dirigirlo. En efecto, su primer trabajo en Hollywood lo hizo con Douglas Fairbanks Jr. como protagonista, La conquista del reino (The exile, 1947), basada en una novela de Cosmo Hamilton.

Después llegarían tres filmes muy selectos, originales y sorprendentes: Carta de una desconocida (Letter from an Unknown Woman, 1948), basada en la novela Briefe einer Unbekannten, de Stefan Zweig, con gran éxito; tuvo una gran carrera en la TV estadounidense.9​ A continuación Almas desnudas (The Reckless Moment), y luego Atrapados (Caught, 1949). Pero Ophüls no se sintió a gusto en Hollywood y decidió proseguir su movimiento con la familia.

Las dos últimas han sido clasificadas dentro del cine negro americano, con sus pesadillas y con mujeres cargadas de dramas conyugales y policíacos.10​ Así, en Atrapados aparece una mujer de origen modesto que descubre el rostro oculto y turbio de su marido rico; pero a este fracaso sentimental se une una crisis moral seguida de un triángulo amoroso. En Almas desnudas, de nuevo con Mason, aparece una trama familiar y un chantaje que desemboca en crimen, pero asimismo hay oscilaciones morales y desesperación romántica. Aquí Ophüls «sumerge a sus protagonistas en un clima lúgubre, en el que la desesperación lo cubre todo: donjuanismo, amistad y felicidad conyugal».11

De nuevo, cineasta en Francia

Después de estos tres años intensos (1947-1949), donde solo rodó cuatro magníficas películas, Ophuls regresó a Francia en 1950 e hizo una serie de obras maestras más, en la línea que había iniciado años atrás en Europa, y que resuena en Carta de una desconocida. Primero dirigió La Ronde (La Ronde) (1950), film con el que ganó el premio BAFTA a la mejor dirección, sobre un relato de Arthur Schnitzler.

Luego hizo un tríptico El placer (Le Plaisir, 1952), que se basaba en tres cuentos de otro admirado suyo, Guy de Maupassant, y a continuación rodó Madame de…(1953), protagonizada por su actriz favorita en Francia, Danielle Darrieux,12​ y siguiendo el relato de Louise de Vilmorin de ese título.

Finalmente, abordó una ambiciosa (y mal entendida en su momento) Lola Montès (1955), basada en la novela de Cecil Saint-Laurent La vie extraordinaire de Lola Montès, película de la que hizo una versión alemana al mismo tiempo. Fue objeto de un nuevo montaje por sus productores, pese a las protestas de los jóvenes directores de la Nouvelle Vague, que ya apuntaba. Hoy se considera que es la culminación de su trabajo cinematográfico, y ha sido restaurado y estrenado de nuevo en 2008. A veces ha sido comparado con las innovaciones del primer Orson Welles.13

En todas esas obras realiza una serie de lúcidas reflexiones sobre el amor-pasión y las relaciones humanas, desde una perspectiva muy centroeuropea que utiliza en ocasiones la ironía para ilustrar la tragedia; recurre a un estilo visual barroco y preciosista, sin resultar por ello nunca gratuito, sino sumamente efectivo y cercano. Sus continuos desplazamientos de cámara —que con su firma, es un director en movimiento—, dan una nueva dimensión de continuidad al cine.

Ophuls murió en 1957 a causa de un fallo cardíaco, en Hamburgo, en donde ocasionalmente acababa de montar una obra de Baumarchais. Estaba preparando el film Les Amants de Montparnasse, que fue estrenado en 1958.

Tras ser incinerado en Hamburgo, reposa, como él quería, en París, en el cementerio del Père-Lachaise.

Elogios

Sin haber tenido una presencia tan constante en la crítica como otros directores, sin embargo pronto, cuatro años antes de su muerte, miembros destacados de la llamada Nouvelle Vague se propusieron resituar la figura de Ophüls en el alto rango que merecía.

François Truffaut, que lo reconocía personalmente como uno de sus grandes maestros, se encontró con él en 1953, durante el rodaje de Madame de…, y al estrenarse el film, Truffaut y Jacques Rivette lo entrevistaron para Cahiers du Cinéma.14

Nació entonces una amistad prolongada y cercana entre el primero y Ophüls.15​ Y cuando Ophüls rodaba Lola Montès, Truffaut estuvo en Niza una semana con él en 1955, y luego, como el film no lograba aceptación pública tras su estreno, publicó un manifiesto a su favor en Arts y Le Figaro, redactado junto con Roberto Rossellini y firmado por Astruc, Becker, Jaque, Cocteau, Cast y Tati; defendía que se mantuviese en la cartelera, al ser una obra renovadora y fundamental de un artista de talla irrepetible.16

François Truffaut, en sus elogios finales,17​ decía que Ophüls «era para nosotros el mejor cineasta francés con Jean Renoir. La pérdida de un cineasta balzaciano, que se había convertido en el abogado de sus heroínas, el cómplice de las mujeres, nuestro cineasta de cabecera, es inmensa», y añadía que Ophüls «era sutil, cuando lo suponían torpe; profundo, cuando lo creían superficial, y puro, cuando lo motejaban de obsceno».18

El actor James Mason, que trabajó en dos filmes de Ophüls, escribió un poema sobre el gusto del director por sus travellings (tracking shots) y sus elaborados movimientos de cámara (dolly):

A shot that does not call for tracks
Is agony for poor old Max,
Who, separated from his dolly,
Is wrapped in deepest melancholy.
Once, when they took away his crane,
I thought he’d never smile again.

 


Tomado de esculpiendoeltiempo

La historia de una película es una adivinanza. Encuentro difícil escribir acerca de esto, ya que cuando uno define algo que está lleno de secretos es posible que destruya su belleza. Sobre esto estaba pensando esta mañana mientras me afeitaba, y aun así tenía deseos de resolver el acertijo. La historia de una película sólo empieza a existir para mí cuando puedo visualizarla como una serie de imágenes; y eso es algo que no ocurre muy frecuentemente. Lo que puede dar lugar a esa visión puede ser casi cualquier cosa: una novela, quizá una obra de teatro o incluso un poema. Puede originarse a partir de algo que me ha sucedido o que me cuente otra persona; puede aparecerse mientras mi mente vaga, mientras escucho una pieza musical o miro un cuadro. El origen de esta visión está en todas partes y en ninguna al mismo tiempo». 
(Max Ophüls)
 
El placer (Le plaisir, 1952).
 
 
 
Madame de… (ídem, 1953).
 
 
 
Carta de una desconocida (Letter from an Unknown Woman, 1948).
 
 
 
Lola Montes (Lola Montès, 1955).
 
 
 
La ronda (La Ronde, 1950).
 
 
 
Almas desnudas (The Reckless Moment, 1949).
 
 
 
Amoríos (Liebelei, 1933).
 
 
 
La mujer de todos (La signora di tutti, 1934).
 
 
 
Atrapados (Caught, 1949).
 
 
 
Suprema decisión (Sans lendemain, 1940).
 
 

 

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