Título en castellano | La casa de la calle 92 |
Titulo original | The house on 92nd street |
Año de filmación | 1945 |
Duración | 88 minutos |
Pais | Estados Unidos |
Director | Henry Hathaway |
Guion | Barré Lyndon, Charles G. Booth, John Monks Jr. |
Música | David Butolph |
Dirección de fotografia | Norbert Brodine (B&N) |
Reparto | |
Productora | 20th Century Fox |
Sinopsis | En 1941, El FBI desenmascaró una red de espionaje nazi, cuya misión era acceder a los secretos del llamado «Proceso 97», es decir, al sistema de fabricación de la bomba atómica. |
Premios | 1945: Oscar: Mejor historia |
Subgénero/Temática | Espionaje, Nazismo, Basado en hechos reales, FBI, Bomba atómica |
Film realizado por Henry Hathaway. El argumento, de Charles G. Booth, se basa en hechos reales. Se rueda, en B/N, en escenarios reales de Whasington, NYC y alrededores. Gana un Oscar (guión original). Producido por Louis De Rochemont para la Fox, se estrena el 10-IX-1945 (Roxy, NYC).
La acción tiene lugar en Wasington, NYC, alrededores, Hamburgo y Lisboa, en 1939-42. Expone el «caso Christopher» del FBI, que investigó el espionaje nazi relacionado con el «Proceso 97», nombre que el film da a los trabajos iniciales del equipo norteamericano de investigación y desarrollo de la bomba atómica.
La película, fruto de una estrecha colaboración entre la Fox y el FBI, se produce como instrumento de propaganda del FBI y de exaltación patriótica. Esto explica la ausencia de análisis críticos, el formato plano del discurso y el tono encomiástico de la voz en off. La película es uno de los primeros docudramas de Hollywood, combinación de un relato documentalista y una historia dramática. El film sorprende y agrada, hasta el punto de influir en obras posteriores, como «La ciudad desnuda» (Jules Dassin) y otras. El desarrollo de la historia es simple y previsible, el dibujo de los personales es superficial y la interacción entre ellos es casi inexistente, dentro de un conjunto dominado por las palabras del narrador. No faltan dos focos de intriga: la identidad de un posible traidor y la de Christopher, el líder del espionaje nazi en EEUU. El toque humano de Hathaway se hace visible a través de los escrúpulos, dudas y angustias de un doble agente y del desplome psicológico de un sospechoso durante un interrogatorio. Las interpretaciones, a cargo en parte de agentes reales del FBI, son correctas en general y meritorias las de Lloyd Nolan, Leo G. Carroll, Signe Hasso y Lydia St. Clair.
El film muestra las técnicas de última generación del espionaje y del contraespionaje. El contraespionaje americano dispone de espejos de doble función (espejo y cristal), sistemas de detección de escritura invisible, filmación de sospechosos, ayudas mecánicas para descifrar mensajes en clave, etc. También se muestran los medios avanzados que usan los espias nazis: sellos postales con signos ocultos, credenciales en microfilm, etc. Las cámaras introducen al espectador en la sede central del FBI, donde muestran con orgullo avanzados ficheros mecanizados de IBM, un equipo sofisticado capaz de relacionar la huella de carmín de un cigarrillo con 78 salones de belleza de NYC, etc. La obra, sin pretenderlo, también pone de manifiesto las obsesiones casi paranoicas que dominan en aquellos años al FBI y a algunos sectores influyentes americanos, como las que dieron lugar a episodios tan lamentables como la «Caza de brujas» del senador McCarthy.
El FBI consiguió resultados positivos en la lucha contra el espionaje y los intentos quintacolumnistas nazis. Sulucha contra el espionaje soviético fue menos eficaz y cosechó algunos fracasos relevantes.
Película de espionaje basada en situaciones reales. Muestra la actuación de los agentes federales norteamericanos en la lucha contra el espionaje nazi en los momentos previos al estallido de la Segunda Guerra Mundial y durante el transcurso de ésta.
Tiene la particularidad de haber sido producida con la total colaboración del FBI. Por tanto, aparecen filmaciones reales, técnicas de espionaje, materiales utilizados en los casos, etc. Se centra en el “caso Christopher”, un asunto de espionaje sobre el proceso de fabricación de la bomba atómica.
Una voz en off es la encargada de explicar las bondades del sistema americano. Los personajes son un mero hilo conductor de la trama, carentes de alcance dramático, y la fotografía obvia el juego de luces y sombras tan característico del cine negro en esta época.
El film intenta integrar documental con ficción pero en algunos momentos se resiente, al carecer de continuidad por los continuos insertos. En ocasiones parece un making-off dramatizado de cómo usar técnicas de espionaje y luchar contra la amenaza nazi. Evidentemente, es una cinta destinada a hacer patria y ensalzar la labor del FBI; no hay que dejar de lado el contexto en que se realizó.
Como película en sí es simplemente correcta. Su mayor interés reside en las imágenes reales que aparecen.
Sin embargo, y a pesar de todas las excelencias de Hathaway como director, que sin duda habría que tratarlo como a uno de los grandes, para el que esto suscribe, esta película es una ligera decepción, y muy alejada de los mejores trabajos de su director. A pesar del evidente interés de la historia, sobre todo en lo que respecta a la identidad de cierto personaje, bastante bien construído todo eso. Pero en el hecho de querer resultar realista, la película se pasa un poco. Me explico, sus primeros minutos son una puesta al día del funcionamiento del FBI, con una narración en off, que se repite a lo largo de todo el film, y que llega a resultar un poco cargante, no dejando en ningún momento que la película termine de despegar. Asistimos obligatoriamente a un sinfin de datos y hechos, que en cierto modo, no nos importan demasiado, porque al fin y al cabo, muchos de ellos no resultan relevantes en el argumento del film. Quedan bien como datos históricos, el saber nunca está de más, como se suele decir, pero estamos viendo un película.
Por otro lado, y en ese afán realista, prácticamente todo está filmado en los mismos lugares donde aconteció todo, lo cual le da un mayor verismo a la historia, y muchos de los que salen en pantalla son verdaderos agentes del FBI, lo cual choca bastante con los verdaderos actores de la película, algunos de los cuales están magníficos, sobre todo los secundarios, donde cabe resaltar a Lloyd Nolan, como uno de los jefes del protagonista, o a Leo G. Carroll como un carismático agente enemigo. Sin embargo, no todo el reparto está a la altura, sobre todo su protagonista principal, William Eythe, un actor poco conocido, y supongo que precisamente por eso escogido para el papel, rehuyendo de caras conocidas para intensificar el realismo, y el espectador no se distraiga con la presencia de una estrella. Hasta ahí, perfecto, pero esto se paga caro, ya que el actor es totalmente inexpresivo, y está bastante soso. A su lado, Signe Hasso, actriz de una belleza particular, pero que aquí resulta demasiado fría y distante.
Una película correcta, realizada con mucha profesionalidad, pero que viniendo de quien viene cabría esperar muchísimo más, y es que parece mentira que éste sea el mismo realizador de grandiosos títulos como ‘Sueño de Amor Eterno’ o ‘El Beso de la Muerte’. La película acaba de editarse en nuestro país por Fox en la colección de Studio Classics, por si queréis echarle un vistazo.